Venimos ante Ti, Dios, sedientos, cansados, concientes de nuestra necesidad de Ti más que de cualquier otra cosa. Necesidad de tu Espíritu y de tu Presencia.
Cansado del camino,
sediento de Ti,
un desierto he cruzado,
sin fuerzas he quedado,
vengo a Ti.
Luche como soldado,
y a veces sufrí,
y aunque la lucha he ganado,
mi armadura he desgastado
vengo a Ti.
Sumérgeme en el río de tu Espiritu
necesito refrescar, este seco corazón, sediento de Ti
(Canción “Sumérgeme”, de Marcos Wit)
Es el río más largo y caudaloso de Tierra Santa, dónde sucedieron múltilples eventos bíblicos. A sus orillas se encuentran gran número de Monasterios e Iglesias dado que tiene importancia para tres religiones: cristiana, judía e islámica. Es un escenario que nos hace sentir la historia que guardan sus aguas. Es el lugar dónde fué bautizado Jesús y por ello miles de fieles llegan hasta allí para bañarse y ser bautizados en ese mismo lugar.
El bautismo en las limpias aguas del río Jordán simbolizaba que se limpiaban los pecados y faltas del pasado y se estaba listo para comenzar una nueva vida.
“Muchos iban a oír a Juan. Llegaban no sólo de los alrededores del río Jordán, sino también de la región de Judea y de Jerusalén. Confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río.” Mt 3, 5-7
La palabra “bautismo” significa “sumergir”
Ésto no quiere decir que debamos ir a ese río para ser limpios de nuestros pecados. Quiere decir que Dios es como éste río, nos sumergimos en Él, en su Espíritu, y El nos limpia, nos renueva, nos da nuevas fuerzas, luego de un agotador camino, luego de luchar y cansarse en el camino de la vida…
Yo realmente otra forma de recuperar fuerzas de ésta forma no conozco, no se me podría imaginar… Lo busco a Dios, y el me limpia y me renueva, me dá fuerzas para seguir….
….Los aliento a buscar fuerzas en El…
Autora: Marilyn